sábado, 21 de mayo de 2011

20 de mayo #acampadasol


Durante la noche de ayer, 25000 voces callaron a las 12 en punto simbolizando la entrada en el día de reflexión. El quinto día de protestas daba paso al sexto con la Plaza de Sol completamente abarrotada de jóvenes y mayores que reclamaban una democracia real en nuestro país.
Estas 25000 almas estuvieron pendientes de una reacción durante los 15 primeros minutos del día 21: la de la Policía, ante la prohibición de las protestas de la Junta Electoral y del Tribunal Supremo . Pero no pasó nada. La protesta no era violenta y no había órdenes de actuar si todo se mantenía en orden. Por supuesto que todo iba a estar en orden.
La tarde transcurrió sin problemas, más abarrotada que nunca, se notaba que era viernes. Con la noche hubo quizás un poco de nerviosismo, aunque el optimismo rebosa por todas las esquinas de la plaza. Sobre las 7 de la tarde, se organizaron pequeños debates, reuniones, actividades para niños y mayores... Me gustaría destacar la labor de algunos profesores de la Universidad Carlos III de Madrid, entre otras, que organizaron un coloquio sobre la comunicación en la sociedad, citándonos a esos autores que tanto nos repitieron en clase y repartiendo octavillas con textos de los más reconocidos teóricos de la comunicación. Todo en vista a tratar la cuestión de fondo del movimiento. Mano a mano, la gente iba pintando sus pancartas, hasta los niños en la guardería (¡sí, hay una guardería también!), preparándose para la cita de las 20h y, quizás más importante, la de las 12 de la noche. En total, 25000 personas hicieron temblar el suelo de Sol, con gritos de "No nos representan" o "El pueblo unido jamás será vencido". Unas cuantas menos pasaron la noche en Sol, pero aún así, esta ciudad-Estado cuenta cada noche con más habitantes.

Funcionamiento del sistema horizontal

La mejor manera de ver cómo funciona este mecanismo es, o bien estar atento a redes sociales como Twitter (@acampadasol) o los blogs (como tomalaplaza.net) oficiales (por así decirlo) del movimiento ya conocido como 15-M, o pasarse por Sol por la mañana o a mediodía, cuando no está tan abarrotado y se pueden ver a las comisiones en acción. Las comisiones son los distintos grupos que se encargan de que todo salga bien, y tienen diversas funciones que hacen posible una organización totalmente horizontal: comisión de limpieza, de respeto (que se encarga de la seguridad), de comunicación, de alimentación, de acción, etc. En un principio eran tan solo cuatro. A día de hoy, se cuenta ya con nueve, además de más de 20 subcomisiones.
Han dividido el campamento por zonas, y se encargan de que todo esto no termine en un auténtico caos. Los asistentes lo respetan, se involucran y colaboran con ellos. Cualquiera que lo desee puede unirse a alguna de estas comisiones y prestar su ayuda.


Plano extraído de tomalaplaza.net

A través de la megafonía, los portavoces emiten directrices organizativas, o dicen qué van necesitando en cada momento (desde determinados tipos de comida hasta escáneres, mantas, ropa, objetos de limpieza, medicamentos, etc), además de leer los manifiestos a las horas de máxima concentración (normalmente a las 20.00h de cada día). También es una buena opción estar atentos a twitter, pues la cuenta de @acampadasol cuenta qué ocurre prácticamente al segundo con todo lo que va pasando.

Todos contra la violencia

Un aspecto muy destacado de todo este sistema es su preocupación por evitar cualquier tipo de violencia. Mientras estaba sentada en una acera descansando, durante la noche de ayer, un chico perteneciente a la comisión de respeto se acercó a nuestro grupo para explicarnos el protocolo de actuación en caso de que finalmente la Policía decidiese actuar. Nos dijeron que, en primer lugar, no mostrásemos ningún tipo de resistencia: "las manos en alto y sentaros en el suelo", además de que procurásemos la colaboración entre todos: "si podemos, intentaremos hacer una cadena humana enganchándonos con los brazos".
Otro aspecto muy importante (recordado además a través de una gran pancarta en uno de los edificios que rodean Sol) es evitar, en la medida de lo posible, la introducción de bebidas alcohólicas en la acampada y, más concretamente, la formación de grupos de botellón en la protesta. Por todos es sabido la fama que tenemos los españoles por nuestros botellones. Sin embargo, es esencial para que nos tengan en cuenta y, además, para evitar cualquier tipo de agravante en favor de las fuerzas de seguridad, intentar evitar esta práctica tan autóctona. No era raro, de todas formas, ver a gente con cervezas en la mano, pero me asombró, y para bien, que era algo bastante minoritario y que la mayoría de jóvenes consumiendo alcohol se alejaban del campamento para evitar problemas. "Mantente al 100%", recordaba la comisión de respeto.



"Pienso, luego estorbo"


Manos en alto: "Estas son nuestras armas"



Los andamios de este edificio se cubren cada día con nuevas pancartas.


"Revolución no es botellón"


Una chica consiguió alcanzar la zona de prensa y animó la protesta durante la concentración de la tarde.


"Lobby is in the air"


Debate con profesores de varias universidades madrileñas.


La cúpula de la estación de Sol es ya uno de los símbolos de esta revolución.

Quisiera animar a todo el mundo que me lea a que pregunte lo que desee a través del email o los comentarios en las entradas. Siento que, con la pésima (en muchos casos) labor de los medios de nuestro país, es casi un deber (y un privilegio) para mi poder contar de primera mano qué está sucediendo a escasos 15 minutos de mi casa. Además, dejaré abierta mi cuenta de twitter durante el tiempo que sea necesario (podéis encontrar la dirección a la derecha del blog) para que podáis ir leyendo qué está pasando en Madrid en tiempo real.


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