domingo, 27 de febrero de 2011

"Back to the future", Irina Werning


El otro día llegué de casualidad a unas fotos muy curiosas, una serie llamada "Back to the future" de la fotógrafa argentina Irina Werning (también desconocida para mi).
Estuve navegando también por su página web, donde se puede ver este proyecto "antes y ahora" de forma completa. Me parece muy curioso e interesante, sobre todo porque a mi también me gusta eso de encontrar fotos antiguas y comprarlas, ya sean de personas o lugares.


Esta serie sobre un pequeño compañero quizás sea la que menos me guste comparándola con las otras maravillas que tiene colgadas, como una sobre el pelo largo o las escuelas en los Andes. No me gusta sencillamente porque, aunque se trata de fotos más elaboradas, no encuentro esa historia que sí adivino en cualquiera de las otras. Quizás es por mi gusto por lo espontáneo o casual, no lo sé. Sin embargo, ella destaca esa serie en el vídeo que incluyo al final de la entrada, donde habla de sus cámaras.
Sin duda, la que me cautivó fue "Back to the future", a pesar de estar bastante elaboradas, de hecho cada detalle está muy cuidado: la ropa, la postura, la iluminación, etc. Cada foto me atrapó de una manera distinta, y no pude evitar pasarme un buen rato mirándolas e inventándome las historias de esas personas, qué les había sucedido a lo largo de todos esos años que pasaron entre una fotografía y otra para volver, como un círculo, al momento que comenzó con la primera captura.
Os dejo mis favoritas, y os invito a entrar en su web, donde hay otros proyectos también muy interesantes, pero sobre todo curiosos.





jueves, 24 de febrero de 2011

"El futuro del Periodismo es online"


Los representantes de cinco grandes periódicos mundiales (Le Monde, El País, The New York Times, The Guardian y la revista Der Spiegel) se dieron cita ayer en el Auditorio del Museo Reina Sofía de Madrid para debatir sobre periodismo, Wikileaks y la revolución árabe. Al menos en un principio eso fue lo estipulado. Más de dos horas de cola, gente acumulándose alrededor del edificio, y la sala a rebosar (mas las contiguas con pantallas) reveló la importancia de este debate. Sin embargo, los resultados no fueron del todo reveladores, al menos tanto como se esperaba.
Abrió el debate Javier Moreno, director de El País, tras un vídeo de presentación sobre la actuación del periódico español ante la filtración de los cables. Cerca de cinco minutos que recogían los testimonios de los principales responsables del diario, con explicaciones acerca de la actuación de los periodistas, la investigación y la publicación de los cables. Una pregunta queda sobre la mesa: "¿Creéis que Wikileaks ha cambiado el Periodismo?".
Los cinco están de acuerdo en la relación entre democracia, libertad de expresión y Periodismo. Con una anécdota personal de finales de la dictadura española, Sylvie Kauffmann, directora del periódico francés Le Monde, ejemplifica la importancia del papel de la prensa en la construcción de la democracia. "Wikileaks no es más que un nuevo instrumento para favorecer la transparencia". La libertad de expresión, afirmó Alan Rusbridger, director de The Guardian, es muy importante en nuestro tiempo ya que con Internet se eliminan las fronteras, se puede publicar pensando no solo en quién va a comprar el periódico, sino en la reacción de personas de todo el mundo.
Una segunda cuestión que plantea Moreno es si, como responsables de la publicación de los documentos, tuvieron dudas en si deberían entregarlos a la gente tal cual los recibieron ellos o si deberían haberse tratado de algún modo, tal como realmente se ha hecho. Una vez más, todos coinciden en que se pondrían en peligro muchas identidades si hubiesen sido publicados en su totalidad. Para su mejor comprensión, explica Kauffmann, fue necesaria una labor de selección, contextualización y, tal como dictan las reglas del periodismo tradicional, hubo que contrastar mucha información con expertos. Esto último, resalta, fue algo muy positivo ya que "últimamente ha dejado de hacerse", y debería estar siempre presente si hablamos de rigor periodístico. Rusbridger resaltó la exitosa iniciativa de The Guardian. Tras publicar los documentos redactados y adaptados que seleccionaron mediante los criterios que se decidieron en el diario, se preguntó a los lectores qué otros temas querrían ver publicados. El resultado, afirmó, fue muy positivo, con decenas de miles de respuestas ciudadanas.
Esta segunda cuestión me hizo pensar si no fue una imprudencia del propio Assange entregar los documentos tal cual los recibió. ¿No pensó que dentro de los propios periódicos podría haber alguna filtración? Por mucho rigor que ellos mantengan al publicar los cables debidamente adaptados al público, no podría tener una seguridad completa de que ciertos datos no iban a salir de las redacciones. Por desgracia, este debate no estuvo abierto al público, a pesar de que se nos ofreció la oportunidad de hacer preguntas, preguntas que no llegaron a los ponentes. Para mi, esta cuestión quedó en el aire. Sí se debatió sobre el papel de Assange, "¿ángel o demonio?", sin llegar a una conclusión clara. ¿Se trata de una fuente, un intermediario, un periodista o, tal como se le está tratando actualmente, un delincuente? Todos defendieron que debería ser protegido por la primera enmienda, al igual que los periodistas. Pero, ¿su trabajo es igual al de un periodista, o no?
No solo se habló del criterio de los periódicos, sino también del de los lectores. Tercera cuestión que plantea Javier Moreno: "¿hubo presión de la gente por no publicar todos los datos, o todo lo contrario, quejas por dar información sobre los gobiernos?". En Francia y EEUU, donde los estados representan un poder muy fuerte para los ciudadanos, se criticó a los medios por publicar los cables ya que podrían poner en peligro a los gobiernos. En Alemania, España y Reino Unido, el sentimiento fue contrario. Se instó a los periódicos a que diesen más datos, a que enjuiciasen a los protagonistas de las informaciones y se investigase más cada caso, cosa que, personalmente, creo que no se ha hecho, y debería haber sido el principal objetivo de estos medios dado su poder ante la opinión pública.
Aunque este tema dominó todo el debate, Moreno quiso referirse en los últimos minutos (habíamos llegado ya a las 20.15h) al papel del Periodismo en el futuro y, refiriéndose a la actualidad, en las revoluciones que se están sucediendo en los países árabes. La frase más importante con la que me quedo es de Sylvie Kauffmann: "las revoluciones no se hacen con Twitter o Facebook, sino con gente. Estas herramientas, sin embargo, sí tienen un gran efecto en la velocidad y amplitud del movimiento".
El futuro del Periodismo también es una incógnita para estos profesionales. Tienen muy claro que se encuentra en la red, en los contenidos online, sin embargo, coinciden en que es necesario cambiar el modelo actual para que los periódicos puedan recibir beneficios que les permitan continuar con su actividad. Una vez más, me quedo con la conclusión de uno de los ponentes, esta vez la de Greog Mascolo, la cual me pareció la más clara y reveladora. El alemán dejó muy claro que, llegados a este punto, "es imposible cobrar a los internautas por algo que siempre han tenido gratis". La solución que propuso Der Spiegel, y que personalmente considero la más adecuada, es que lo que aparece en la red no debe ser lo mismo que se publica en papel. Es decir, ¿por qué subir los precios de una revista, solo para compensar lo que se pierde, publicando el mismo contenido en Internet? Los lectores de ambos formatos no suelen ser los mismos, explicó, por lo tanto, no deben recibir la misma información. La solución más lógica es mantener el precio de la revista ("que no debería costar más que un café"), con unos contenidos determinados y preparados especialmente para la impresión. En cuanto a Internet, como es otro formato, deberán corresponderle otro tipo de contenidos, que pueden ampliar o complementar la información de la revista impresa. Así, se seguirán comprando revistas, a la vez que se visitará la edición virtual para consultar otro tipo de información.
En general el balance de la conferencia fue positivo, si bien se trataron las cuestiones de forma bastante superficial para ser los responsables de estos cinco grandes medios, responsables también de la publicación de los cables de Wikileaks a todo el mundo. Me gustaría destacar algo que creo que es muy positivo, y que también llamó la atención del director de El País. La media de edad era bastante baja, probablemente el 70% de los asistentes fuesen estudiantes o, al menos, no sobrepasarían los 25 años. Otra cosa en la que me he fijado es que los jóvenes de este país siguen teniendo el inglés como una asignatura pendiente. Yo no soy ninguna experta, pero pude comprender perfectamente toda la conferencia, que se dio en inglés, sin necesidad de traductor. Según lo que vi a mi alrededor, la mayoría de la gente cogió los aparatos traductores de que disponía el Museo. Pensé que iba a ser otra cosa tratándose de un público tan joven.
Sin más, aquí podéis leer el artículo que publicó El País tras la conferencia, desde el que también se puede acceder a toda la información que se fue actualizando desde Twitter y Eskup a lo largo de las ponencias (otro síntoma más de que el Periodismo está cambiando).







domingo, 20 de febrero de 2011

Por qué necesitamos mujeres en zonas de guerra


El diario neoyorkino The New York Times publica en su página web un artículo de Kim Barker sobre la experiencia de ser mujer y reportera durante una situación muy concreta: la guerra. A raíz del ataque sexual a la periodista de la CBS Lara Logan, Barker insta al resto de reporteras y enviadas a zonas peligrosas a no callarse su historia.
Durante años, podría decirse que desde siempre, los ataques que las mujeres reporteras sufrían en zonas de conflicto (sexuales, en su mayoría, además de violentos) han pasado desapercibidos por diferentes razones: temor o vergüenza a contarlos, miedo a descender de puesto en el medio para el que se trabaja, por considerarse síntoma de debilidad frente a los hombres, etc. Sin embargo, la periodista Lara Logan ha marcado un punto de inflexión denunciando lo que le ha ocurrido e intentando que tenga repercusión en los medios de comunicación internacionales para que no se siga ocultando y se busquen soluciones.



Barker parte de su propia experiencia, cuando fue enviada a Pakistán en 2007 y sufrió ataques mientras se encontraba entre las multitudes. Por suerte, salió mucho mejor parada que muchas de sus compañeras. Sin embargo, el miedo, la vergüenza, el temor ser vista como débil y a perder su trabajo provocaron que el suceso no quedase más que en una oscura historia. No quería quedarse en casa la próxima vez. Este es el gran problema de estos casos: la mayoría de mujeres no cuenta qué le ha pasado. De hecho, el Comité para la Protección de los Periodistas (Committee to Protect Journalists) relata ante la noticia sobre Logan que no cuenta con datos sobre ataques sexuales a mujeres, pero sí con todo lo referente a muertes y otros tipos de peligros de la profesión. Conclusión: si no se dispone de datos, si no se denuncia, poco se podrá hacer para prevenirlo.
Una consecuencia negativa de que no se sepan este tipo de datos se ha dado ya poco después de conocer la noticia de Lara Logan. Varios periodistas no han dudado en tacharla de "mártir" del periodismo, otorgándole parte de culpa: por se guapa, por buscar el peligro (se le denomina "war junkie", yonki de la guerra), por estar en un territorio islámico (otro síntoma de la ignorancia de esos periodistas, los ataques no surgen por la cultura del país, sino de la propia situación de conflicto), etc.
No cabe duda de que el desconocimiento de una situación hace que se confunda, se malinterprete y se imposibilite la búsqueda de soluciones. Las mujeres deben dar a conocer estas situaciones para sensibilizar a la población y a los medios de comunicación. La mayoría de las historias relacionadas con los abusos sexuales, la infancia o la explotación infantil, dice Barker, son contadas de manera mucho más cercana por estas mujeres. Debe perderse ese miedo al rechazo, también por parte de los directivos de los medios, para no apartarlas de las zonas de conflicto, donde el trabajo de una mujer con coraje puede ser y es igualmente competente que el de un hombre con los mismos atributos.
"More important, they also do a pretty good job of covering what it’s like to live in a war, not just die in one. Without female correspondents in war zones, the experiences of women there may be only a rumor."



Nota: el New York Times ha deshabilitado la posibilidad de introducir links en algunos blogs sin registrarse en la web, por lo que si queréis leer el artículo original de Kim Barker, basta con introducir el título del artículo (Why we need women in war zones?), "Kim Barker" y "New York Times" en cualquier buscador de Internet, y aparecerá (sino el primero) entre las primeras opciones.

El futuro del periodismo. Wikileaks, revoluciones y el nuevo escenario informativo


Los directores de los 5 medios que dieron la exclusiva sobre los cables de Wikileaks y tuvieron el primer acceso a estos documentos debatirán el próximo miércoles, día 23 de febrero, "con el trasfondo de Wikileaks, las revoluciones y el nuevo ecosistema informativo".


Los directores de 'The New York Times' (Nueva York), Bill Keller; 'The Guardian' (Reino Unido) , Alan Rusbridger; 'Le Monde' (Francia), Sylvie Kauffman; 'Der Spiegel' (Alemania), Georg Mascolo y 'El País' (España), Javier Moreno, contarán sus experiencias en el marco del nuevo sistema informativo, creado o impulsado, en cierto modo, por la revelación de los documentos de estado por Wikileaks y el importante papel que han tenido estos cinco medios tradicionales, por así decirlo. Además, también se tratará el papel de Internet y la explosión de las redes sociales en el contexto de la revolución árabe a la que estamos asistiendo en estos días.
Será muy interesante escuchar estos testimonios de primera mano y comprobar cómo ven los directores de estos periódicos su papel dentro de la revolución informativa, así como cuál estiman que será o deberá ser su lugar en un futuro próximo.
La cita tendrá lugar en el Auditorio del Museo Reina Sofía de Madrid, a las 18.30h. Se trata de un acto abierto al público, hasta completar aforo. Habrá que ir bien pronto para poder coger sitio. De todas formas, también se podrá seguir de forma on-line gracias a la retransmisión en directo que hará El País en streaming, además de Eskup y Twitter (desde donde se podrán enviar preguntas para los ponentes).



sábado, 19 de febrero de 2011

Stoping the clash of civilizations

Había visto este vídeo hace tiempo, pero por alguna razón no se me había ocurrido ponerlo por aquí. Se trata de un llamamiento a todos los ciudadanos del mundo por parte de la organización civil internacional Avaaz.org. Más directo, casi imposible. Tiene más de tres años, pero su validez no se agota. Es más, creo que debemos tenerlo presente ahora más que nunca.
¿Por qué los seres humanos nos metemos en tantos problemas? ¿Por qué nos enfrentamos, sin en el fondo somos iguales? ¿Se trata del miedo, del poder, de tener el control? Precisamente por esto mismo, porque todos somos iguales y tenemos el mismo poder, no podemos dejar que ciertos seres nos gobiernen, cuando en la mayoría de los casos no nos representan. La opinión pública cobra cada vez más y más importancia. Como dicen, más vale tarde que nunca.
Espero que estos escasos 3 minutos os hagan reflexionar tanto como a mi.



El estado africano número 54 nacerá en julio

Martes, 8 de febrero de 2011


Sudán del Sur será un país independiente el próximo 9 de julio. El 98’83% de los sudaneses acudió a las urnas el pasado 9 de enero para acabar con la división del país y hacer oficial, por fin, la secesión de Sudán del Norte. El todavía presidente de todo el territorio sudanés, Omar Hassam el Bashir, anunció hoy por televisión la independencia del Sur tras la publicación ayer de los datos oficiales por el Comité Electoral de Sudán. El presidente había prometido aceptar los resultados, y así fue: “hoy hemos recibido estos resultados. Los aceptamos y los respetamos porque representan la voluntad de la gente del sur”.

Sudán del Norte, de población musulmana, y Sudán del Sur, católico y animista, firmarán por fin sentencia a un conflicto que se mantiene vivo desd
e hace más de 20 años y se ha cobrado ya más de 2 millones de vidas a lo largo de 2 guerras civiles. Los incesantes enfrentamientos entre ambos territorios no tienen origen únicamente en las diferencias religiosas, sino también en el control del petróleo, de las reservas de agua y del tráfico de esclavos entre las zonas norte y sur. Si el proceso de secesión sale adelante, Sudán será el país número 54 del continente africano a partir del próximo 9 de julio, y dejará de ser el país más extenso de África a favor de Argelia.

Camino hacia la paz
Los primeros pasos hacia la paz se dieron en Kenia en 2005, con la firma del Acuerdo de Paz de Naivasha entre el vicepresidente sudanés en el momento, Alí Osman Mohamed Taha (del Partido Congreso Nacional), y John Garang, líder rebelde del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán. Este tratado dictó la celebración de comicios generales y un referéndum sobre la independencia. Los comicios tuvieron lugar el pasado abril, con un 70% de votos a favor para el actual presidente Bashir, el cual era jefe del Estado en 2005, y dicho referéndum se celebró el pasado día 9 de enero, cuyo resultado conocemos hoy.
Sin embargo, con esto no se acaba el conflicto, ya que las grandes diferencias entre el norte y el sur plantean ahora la toma de decisiones sobre cuestiones como territorio, recursos y población. El sur ha sido la región más castigada, con una población mayormente nómada y un terreno plagado de minas desde las guerras civiles. La pobreza, el hambre y las enfermedades son cuestiones a tratar durante los próximos meses ante el movimiento diario de casi 2000 personas hacia la parte sur, que podrían dificultar el desarrollo del país.

Reconocimiento internacional
La debilidad de Sudán del sur hace necesario el reconocimiento internacional de estados fuertes. EEUU ha intervenido en numerosas ocasiones en los asuntos sudaneses. La última de ellas, a través del presidente Obama, se dejó claro elapoyo a la secesión, al igual que la Unión Europea, los cuales se comprometieron a reconocer el nuevo estado. China, por su parte, principal inversor en el país y claro respaldo del presidente Bashir, no está tan de acuerdo con la secesión ya que podrían peligrar los recursos del país y, lo más importante, el comercio con esos recursos.