miércoles, 19 de enero de 2011

Los Anonymous y Wikileaks

Esta es la introducción de mi trabajo final para la asignatura de Oratoria. Se trata de un guión para un discurso sobre la relación del movimiento Anonymous con las acciones en favor de Wikileaks y Julian Assange.

“Anonymous no es nadie, y podría ser cualquiera. Es una organización que no existe y, por definición, es una (des) organización”. Así los denomina un administrador hispano del movimiento en Internet en una entrevista para El País. Es difícil definirlos de manera precisa, y más aún dar con ellos. Se trata más bien de un fenómeno surgido en Internet: son ciberactivistas. Nadie es responsable, nadie da la cara, no hay nombres ni apellidos, pero estos Anonymous se pueden contar ya por decenas de miles en todo el mundo, y probablemente por miles en toda España.

Actúan desde el anonimato de Internet y se declaran a sí mismos “defensores de la difusión de contenidos englobada dentro de la libertad de expresión”. Realizan acciones contra empresas y particulares, ya sea mediante ataques Ddos a webs o protestas, manifestaciones y reuniones online y físicas. No hay líderes ni representantes, huyen de la prensa, no confían en ella. La red es su punto de encuentro, y a través de foros y redes sociales se coordinan para llevar a cabo sus actos.

Son hackers, podríamos pensar. Pero no. Hay expertos informáticos entre ellos pero son, si cabe, una minoría. Estos se encargan de las redes encriptadas, los servidores de IRC y las herramientas necesarias para los ataques a páginas web. Mediante explicaciones sencillas y programas online expanden estos conocimientos al resto de usuarios para que cualquiera, con la seguridad del anonimato en Internet, pueda colaborar con la causa.
A pesar de no conocerse el número total de Anonymous que existen en el mundo, el lenguaje que utilizan, fácilmente reconocible (incluyendo citas al final de sus comunicados que alegan a la libertad), sus reglas no oficiales (anonimato total, nada de líderes o cabecillas) y sus costumbres a la hora de salir a la calle los definen como una sociedad o grupo bastante acotada. Hay una serie de símbolos que los identifican, como la máscara de Guy Fawkes que utiliza el protagonista de la película “V de Vendetta” o la imagen de un hombre trajeado sin cbeza, sin identidad.

El caso de los cables sobre EEUU filtrados por Wikileaks es el más conocido hoy en día y engloba las operaciones (así es como se conoce a sus actos organizados) Payback, Avenge Assange, Paperstorm, Demostración y Leakspin. En España, se conoce la Operación Sinde. Sin embargo, hace tres años, la Iglesia de la Cienciología fue una de las primeras en recibir los ataques de Anonymous. Reunidos gracias a Internet a través de la operación conocida como Proyecto Chanology tenían la intención de abrir los ojos a todos los cienciólogos en contra de la secta. La mayoría de esos Anonymous pertenecían o habían pertenecido a ella en algún momento y estaban descontentos.

Actualmente, el número de ciberactivistas crece día a día, aunque es prácticamente imposible contabilizarlos. Las posibilidades que ofrece Internet son infinitas y cada vez ganan más adeptos. Youtube, los foros como 4chan, whyweprotest o anonops, páginas para compartir archivos como Taringa y muchas otras webs de descargas están plagadas de comunicados e instrucciones para colaborar con el movimiento Anonymous.

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