¿Quién es Joseph Kony? ¿Por qué de pronto parece que todo el mundo ha oído hablar de él? ¿Por qué este vídeo de 30 minutos no para de aparecer en todas las redes sociales, cuando a penas aguantamos noticias en el telediario de más de 3 minutos? Lo único que sabemos es que ha hecho cosas horribles a menores en Uganda, raptándolos por las noches y obligando a los niños a convertirse en soldados y a las niñas en esclavas sexuales. Está bien, entonces debemos comprar lo que Invisible Children venden, pegar un par de carteles y esperar a que lo cojan. Condenar a este monstruo, sentir piedad por la gente de Uganda e irnos a dormir con la conciencia tranquila. Hemos hecho un buen trabajo.
Me gustaría empezar este artículo aclarando que no critico a todo el mundo que apoya la iniciativa. Yo misma la
apoyo, aunque considero que los
métodos de actuación y
planteamiento del mensaje no son del todo correctos. Simplemente quiero dejar bien claro que mi intención es incitar a la gente a que
lea más, a que
investigue este tipo de campañas y que no se deje engatusar con una historia triste sobre niños africanos, una buena causa y un simpático niño como protagonista (porque, no sé si a vosotros también, a mi me ha parecido totalmente fuera de lugar el papel que Russell hace da a su propio hijo. A mi me ha parecido un anuncio publicitario, aunque sus intenciones hayan podido ser buenas). Por otro lado, tampoco pretendo incitar al
conspiracionismo, a que pensemos que todo está mal o tiene unas intenciones -malignas- ocultas, pero tampoco hay que fiarse a la primera de todo lo que viene en un envoltorio bonito. Yo he visto el vídeo, he leído la web de la campaña y me ha encantado. Aún así, no dudé en meterme en Google y
dedicar unas cuantas horas a leer todo lo que he podido sobre el tema, a favor y en contra. Y podría haber leído más, seguramente se me escapan muchas cosas pero, obviamente, no tengo el tiempo que me gustaría para dedicarle. Es una pena que el tiempo no nos permita hacer esto en todas las ocasiones, pero sí defiendo a capa y espada que este método se debería aplicar a toda la información que recibimos (no nos cuesta nada teniendo Internet) y culpo en muchas ocasiones al propio periodismo, a la falta de contextualización e investigación de las informaciones.
Volviendo al tema, voy a tocar distintos puntos clave del vídeo que he podido investigar más a fondo. El primero de ellos es la
situación real de Uganda. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de las imágenes que aparecen en el vídeo tiene aproximadamente unos 8 años de antigüedad. África necesita nuestra ayuda, pero tampoco se pone de manifiesto el gran avance que han conseguido en esta región, sobre todo en los últimos años. No se ofrecen las voces africanas, aunque muchas de ellas han intentado
hacerse oír y reclamar que necesitan ayuda, pero que no son las víctimas que esta organización pretende reflejar: "It is a slap in the face to so many of us who want to rise from the ashes of our tumultuous past and the noose of benevolent, paternalistic, aid-driven development memes. We, Africans, are sandwiched between our historically factual imperfections and well-intentioned, road-to-hell-building-do-gooders. It is a suffocating state of existence. To be properly heard, we must ride the coattails of self-righteous idiocy train. Even then, we have to fight for our voices to be respected." (TMS Ruge, cofundador de Project DIaspora, nacido en Uganda). No se dice tampoco que
Joseph Kony no está activo desde hace varios años, podría incluso estar muerto (aunque obviamente esto no habría puesto un fin definitivo al problema), ni que "el norte de Uganda no es una zona en guerra y, desde que la milicia lo abandonó por completo, ha ido recuperándose y la casi totalidad de las personas desplazadas por la violencia han regresado ya a sus hogares, campos y granjas. (...) Joseph Kony y el LRA no están presentes en Uganda desde 2006 y ya desde antes la milicia estaba primariamente basada en el sur de Sudán y, desde 2005, en la zona noreste de la República Democrática del Congo (RDC)" (Jose Miguel Calatayud en
El País). Esto último tampoco significa que el problema haya terminado, pero considero que se trata de información muy importante que ayuda (y de hecho, condiciona) la compresión final del problema.
En segundo lugar, quisiera hablar de la
financiación del proyecto Invisible Children. En el vídeo piden donaciones, ya sea de forma libre o a través de la venta de pulseras o un pack con varios objetos. Da a entender (o, al menos, es lo que hubiese entendido yo de haber querido donar) que tu dinero se destinará íntegro a la causa, que irá para la ayuda de estos niños y sus familias. Lo que deberíamos saber, sin embargo, es la
distribución real del dinero que reciben. Sí se destina dinero a África (y muchos pensarán eso de "mejor esto que nada"), pero una parte bastante importante repercute directamente en la organización, siendo destinada a "
awareness programs", es decir, concienciación. Campañas, tours de los miembros de la organización (o sea, dietas), fabricación de productos... He leído en varios sitios que solo un
32% del total se dedica realmente al programa en África, pero sinceramente no he podido (o sabido) comprobarlo en el gráfico que se ofrece en la
web del programa, por lo que simplemente quiero exponer los datos para que cada uno saque sus propias conclusiones. En relación a este punto, en el vídeo se indica que los recursos (monetarios y humanos, es decir, los efectivos que EEUU ha enviado a Uganda) se destinan a ayudar a las autoridades Ugandesas a encontrar y capturar a Joseph Kony. Es decir, a que una
armada encuentra al terrorista, el cual está protegido por niños, usa niños como armas y, si se ve amenazado, ¿con quién lo pagará? Con los niños. ¿Es una intervención militar una buena idea? ¿Herir a niños para....salvar niños? Las autoridades ugandesas tampoco tienen las manos limpias, si me permitís
recordarlo...
Recuerdo, de nuevo, que mi intención nos es fomentar la pasividad en este tema. Mucha gente en África necesita nuestra ayuda y, por desgracia, en muchas ocasiones la fuerza es la única opción para solventar muchos conflictos. Es nuestra culpa (nuestra, de los gobiernos, de la desinformación) que mucha gente no se extrañe cuando unas tropas militares asesinan a un terrorista (como ya pasó con Bin Laden o Sadam Hussein, cuyos asesinatos nadie se cuestionó). "Matar a alguien que mata está bien". ¿Qué fue de la justicia? ¿No se merecen también un juicio ante un tribunal? ¿No somos asesinos también, aunque estemos matando a un asesino? En el vídeo sobre Joseph Kony se habla de capturarle y juzgarle, sí, pero con todo lo que he leído estos días tengo la impresión de que "capturar", para muchísima gente, significa matar, cazar como un animal y asesinar de forma legítima. Pedir su cabeza, en definitiva.
Por último, me gustaría leer entre las líneas de esta campaña. ¿A nadie más le tiene cierto aire colonialista? Igual es cosa mía... aunque muchos africanos se sienten invadidos. La campaña está tan bien elaborada que los Estados Unidos aparecen como ángeles salvadores, cuyas intenciones tienen un carácter benévolo, son unos "profetas" que abren los ojos al mundo y consiguen que millones de personas se movilicen y presten su ayuda.
Nadie rechaza la ayuda, ojo, sino
la forma en que se presenta al mundo. Tal como el ugandés Musa Okwonga ha escrito en su artículo
"Stop Kony, yes. But stop asking questions", "I understand the anger and resentment at Invisible Children’s approach, which with its paternalism has unpleasant echoes of colonialism. I will admit to being perturbed by its apparent top-down prescriptiveness, when so much diligent work is already being done at Northern Uganda’s grassroots".
|
| Imagen que los fundadodres de Invisible Children (los tres jóvenes blancos) usaron en un principio en la campaña (Foto: Glenna Gordon) vía El País |
Recomiendo enormemente el artículo de Okwonga, por cierto, ya que ofrece una visión (creo) más exacta de lo que yo intento reflejar aquí. Y recuerdo, una última vez, que mis intenciones no son más que aportar mi granito de arena para que comprendamos la
necesidad de investigar, leer e intentar ver las diferentes perspectivas de lo que se nos intenta introducir "a la fuerza" a través de campañas como esta, publicidad o, simplemente, las noticias informativas de diversos medios. Las intenciones pueden ser buenas, pero la
desinformación es algo tan presente en los medios, televisión, Internet (sobre todo, esa ilusión de estar ultra-informados sin estarlo realmente), etc que nos están educando en una cultura de la ignorancia cuando, a la vez, nos intentan convencer de que tenemos cualquier dato en la palma de la mano y no necesitamos plantearnos si lo que tenemos ante nosotros es verdad, mentira o se nos está manipulando sutilmente. Está claro que hay malos y buenos en esta historia, pero entre estos extremos hay muchos intereses e interesados, víctimas y verdugos, los cuales saben camuflarse muy bien al amparo de la red.
Actualización (12/03/2012): echadle un vistazo a
este artículo.